Acidificación de los océanos ante el cambio climático
Al absorber los océanos el dióxido de carbono generado por la actividad humana, produce más acidez en sus aguas que ocasionan graves daños a la vida marina. Esto se llama la acidificación de los océanos, y en este artículo vamos a indagar sobre sus consecuencias.
Desde hace muchos años, diversas entidades internacionales y científicas van advirtiendo al mundo sobre las amenazas que afectan a los océanos y sobre su degradación en los ecosistemas que viene produciéndose exclusivamente por las actividades humanas. Entre ellas, la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, las prácticas de pesca destructiva, las especies exóticas invasivas, la contaminación marina, la degradación de los arrecifes de coral, así como el cambio climático que incide directamente en el aumento de la temperatura del mar y la elevación de su nivel.
Sin embargo, existe otro fenómeno conocido como la acidificación en los océanos (acidez), sobre el cual la comunidad científica y de conservación ha comenzado a discutir recientemente, pero todavía es en gran parte desconocido, incomprendido, inexplorado y se presentan dificultades para cuantificar sus riesgos.
Cómo se transforma el CO2 atmosférico en el océano:
Cuál es el papel de los océanos en la mitigación del cambio climático
La importancia de los océanos en la mitigación del cambio climático es enorme. El dióxido de carbono (CO2) que se emite a la atmósfera es generado totalmente por la actividad humana, el cual se produce en la quema de combustibles fósiles, la deforestación de los bosques, así como los cambios en el uso del suelo de forestal a agrícola. Este gas es el principal responsable del efecto invernadero, ya que permite que ingrese a la atmósfera más radiación solar de la que puede fugar.
En el ciclo del carbono, este gas es eliminado una parte por las plantas, mediante la fotosíntesis, y otra parte por los océanos, que absorben alrededor de un tercio de las emisiones del CO2. Durante este proceso, los océanos tienen un gran potencial mitigador, ya que juegan un papel esencial en la regulación del clima capturando el exceso de calor y de dicho gas de efecto invernadero, trasladándolo a capas más internas de la tierra, evitando así una brusca elevación de temperatura del planeta a nivel del mar y reduciendo la grave intensidad de los efectos del cambio climático.
Cómo afecta la acidificación a los océanos
La absorción de los océanos del CO2 produce también efectos no deseados, ya que afecta directamente en la disminución del pH del agua de mar en los diferentes tipos de océanos que hay en el planeta, lo que convierte sus aguas más ácidas, especialmente en la capa superior de 100 metros. A este fenómeno se le conoce como acidificación de los océanos y está cambiando a un ritmo sin precedentes.
Este fenómeno perturba la fijación de carbonato de calcio (CaCO3) en los esqueletos o armazones de conchas, provoca el descenso de especies muy sensibles como moluscos, erizos y estrellas de mar, pone en riesgo a especies y ecosistemas marinos como los arrecifes de coral, que constituyen la mayor fuente de ingresos y proteína para millones de personas en el mundo y, además de afectar a los organismos marinos podría incluso acelerar el cambio climático.
Cuál es el impacto de la acidificación ante los animales marinos
Los ecosistemas marinos son afectados de forma contundente ante una acidificación de las aguas de los mares y océanos. Para entender cómo afecta la vida marina dejamos un gráfico excelente:
El Instituto de Medioambiente de Postdam publicó un estudio en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en el que expone que alrededor del Ecuador, entre los 200 y 800 metros de profundidad, el oxígeno apenas podía llegar debido a la acidificación de los mares, afectando los corales y muchos pequeños organismos que nadan libremente, lo que ocasiona un debilitamiento conocido como “corazón de carbono biológico” y que conduciría al aumento de compuestos de carbono de las profundidades marinas en aproximadamente 100 mil millones de toneladas al año.
Es importante resaltar que debido a la acidificación de los mares, el Instituto Australiano de Ciencia Marinas ha alertado en un estudio publicado en enero de 2009 de que la Gran Barrera de Coral de Australia, una de las mayores riquezas biológicas del mundo ubicada en Queensland, en la costa oriental australiana, ha descendido un 14% durante los últimos 20 años, motivo por el cual, de continuar aumentando la acidez del agua del mar, su supervivencia se encuentra en peligro, ya que de mantenerse esta tendencia dejaría de crecer en el año 2050.
El último informe publicado sobre la acidificación de los océanos ha sido el del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos, difundido el 22 de abril pasado, en el que revela que la corrosión y el nivel de acidez en el mar se eleva cada vez más, y a ritmo más rápido que en cientos de miles de años, produciendo graves daños en los ecosistemas marinos.
Acciones científicas para evitar la acidificación en los océanos
Aunque el tema de la acidificación de los océanos es generalmente una prioridad menor en las discusiones internacionales sobre el cambio climático, en los medios científicos del mundo existe gran preocupación por la forma como este fenómeno es ya perceptible, se está acelerando, y estaría ocasionando la destrucción de diferentes ecosistemas marinos.
hace algunos años se puso en marcha el Proyecto Europeo sobre la Acidificación de los Océanos (EPOCA), el cual reúne más de 27 organizaciones pertenecientes a 9 países. Su objetivo es el de estudiar las consecuencias de este fenómeno y asesorar a los responsables institucionales europeos sobre los límites de acidez en los océanos que no deberían superarse.
Asimismo, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se ha unido también a EPOCA para coordinar las investigaciones fuera de Europa, además del desarrollo de acuerdos internacionales que ayuden a combatir la acidificación oceánica.
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